El sastre de Lugo
3° edicion
Autor:
Stella Maris Latorre
Lanzamiento: 07/2022
Género: Narrativa
ISBN: 978-987-08-1670-6
Sinopsis
E l primer llanto que se escuchó esa noche en una humilde casa de aldea de la provincia de Lugo, en España, fue el de Arturo; ese nombre le dieron al dueño de ese llanto; no era un nombre común en esos lugares. José, el padre del niño había leído muchas historias, se le ocurrió ponerle el nombre de un grande, “el Rey Arturo”, con eso ya creía que su hijo llevaba camino ganado. Arturo no era el primogénito, sus padres abrigaban grandes expectativas sobre el niño, porque éste era otro momento para sus vidas, estaban más tranquilos. José no tenía que ir de un país a otro; inclusive cruzando grandes distancias y tardar tantos meses o años en venir a su hogar, por la situación económica apremiante de aquellos tiempos. Sus hijos anteriores se habían engendrado como de apuro, nada pensado... Arturo quizás sería el último; él ocupaba el octavo lugar, su madre, Inés, decía que con él cerraría la fábrica... eso era historia vieja. Los amigos siempre eran testigos de ver crecer la pancita de Inés y escucharla disculparse con “qué le voy hacer Dios me los manda”... el que se los mandaba era José, y así, con dichos y hechos se estaban llenando de hijos. José era feliz con cada hijo que llegaba porque según él tendría más brazos para la labranza
Lanzamiento: 07/2022
Género: Narrativa
ISBN: 978-987-08-1670-6
Sinopsis
E l primer llanto que se escuchó esa noche en una humilde casa de aldea de la provincia de Lugo, en España, fue el de Arturo; ese nombre le dieron al dueño de ese llanto; no era un nombre común en esos lugares. José, el padre del niño había leído muchas historias, se le ocurrió ponerle el nombre de un grande, “el Rey Arturo”, con eso ya creía que su hijo llevaba camino ganado. Arturo no era el primogénito, sus padres abrigaban grandes expectativas sobre el niño, porque éste era otro momento para sus vidas, estaban más tranquilos. José no tenía que ir de un país a otro; inclusive cruzando grandes distancias y tardar tantos meses o años en venir a su hogar, por la situación económica apremiante de aquellos tiempos. Sus hijos anteriores se habían engendrado como de apuro, nada pensado... Arturo quizás sería el último; él ocupaba el octavo lugar, su madre, Inés, decía que con él cerraría la fábrica... eso era historia vieja. Los amigos siempre eran testigos de ver crecer la pancita de Inés y escucharla disculparse con “qué le voy hacer Dios me los manda”... el que se los mandaba era José, y así, con dichos y hechos se estaban llenando de hijos. José era feliz con cada hijo que llegaba porque según él tendría más brazos para la labranza