Cuentos situados en diversas latitudes y épocas. Un emperador derrotado, mitad ridículo, mitad conmovedor, intentará salvar su imperio entregando sus últimas energías. Un novato periodista investiga, a fin de escribir una nota, sobre un aparente ataque político ocurrido en el pasado; a flote saldrán, además del insospechado culpable, un frenesí de oscuros y escondidos sentimientos. Un siniestro mito irlandés se torna más real y verdadero de lo que nadie imaginara. Un sencillo relato campero contiene, según el enfoque que se adopte, dos versiones distintas; una modificación del punto de vista terminará revelando aquello que más se quería ocultar.

Y también postales clásicas argentinas: crisis económica de los noventa, en donde el amor de un hombre por su esposa se mezcla a la desesperación del hundimiento financiero. Y dictadura militar, con un pueblo entero que le niega a su comisario la impunidad en su perfidia contra los inocentes.

Monarcas o comerciantes, todos sufren, enfermos de soledad y desesperanza. Once cuentos, un denominador común: la maldad y las pasiones destructivas. Como en el relato que da título al volumen, Ser un ángel es endiabladamente difícil; allí un ingenuo estudiante de letras descubrirá, en forma abrupta, lo duro de un mundo en el que el mal parece lo único abundante y donde nada encontraremos, o casi nada, de una bondad que se entrega poco y se recibe menos.